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Un regreso más saludable empieza por reconocer cómo nos afecta la vuelta al trabajo… y saber cómo gestionarlo

Volver al trabajo después de unos días de descanso puede ser un reto. Para muchas personas, ese retorno viene acompañado de un estado de ánimo bajo, fatiga, dificultad para concentrarse o falta de motivación. Hablamos del llamado síndrome postvacacional, una adaptación psicológica que, aunque no es una enfermedad como tal, sí puede alterar nuestro bienestar físico y emocional durante los primeros días de reincorporación laboral.

¿Por qué ocurre el síndrome postvacacional?

La causa principal es el contraste brusco entre el ritmo relajado de las vacaciones y las exigencias del entorno laboral. Durante el descanso, desconectamos de horarios, presiones y responsabilidades, lo que permite que el cuerpo y la mente se relajen. Volver repentinamente a las obligaciones, especialmente si el entorno de trabajo es percibido como estresante o poco gratificante, puede generar una respuesta de rechazo, apatía o incluso ansiedad.

El síndrome postvacacional suele afectar más a quienes:

  • Tienen altos niveles de estrés laboral.

  • Se reincorporan sin una fase de adaptación.

  • Perciben falta de reconocimiento en su entorno profesional.

  • No encuentran sentido en sus tareas o experimentan un desequilibrio entre vida personal y laboral.

¿Cómo se manifiesta?

Algunos síntomas frecuentes del síndrome postvacacional incluyen:

  • Irritabilidad, apatía o tristeza.

  • Fatiga o falta de energía.

  • Insomnio o somnolencia excesiva.

  • Dolores musculares o de cabeza.

  • Dificultad para concentrarse.

Estos efectos suelen desaparecer por sí solos en el plazo de una semana. Si se prolongan más allá de 10-15 días, es conveniente analizar si pueden estar vinculados a otro malestar más profundo relacionado con el entorno laboral.

Claves para afrontarlo mejor

Desde CITPS, como sindicato centrado exclusivamente en el bienestar de las personas trabajadoras del sector de la prevención, creemos que hablar de salud mental y bienestar emocional es imprescindible. Por eso, te compartimos algunas pautas que pueden ayudarte a retomar la actividad laboral sin sentir que el mundo se te viene encima:

Evita volver de golpe

Si puedes, regresa a tu lugar de residencia uno o dos días antes de volver al trabajo. Ese pequeño colchón te ayudará a reorganizar horarios y ritmos sin tanta presión.

Planifica el primer día con calma

No lo llenes de reuniones o tareas complejas. Reserva tiempo para ponerte al día y prioriza lo más urgente, dejando margen para ir retomando el ritmo poco a poco.

Sé consciente de tus emociones

Reconocer lo que sientes es el primer paso para gestionarlo. No te juzgues si te cuesta arrancar: es completamente normal.

Activa tu cuerpo

El ejercicio físico suave, como caminar o nadar, ayuda a liberar tensiones y mejora el estado de ánimo.

Comparte cómo te sientes

Hablar con compañeras y compañeros puede ayudarte a sentirte comprendido. Muchas veces descubrimos que no estamos solos en estas sensaciones.

Replantea tu enfoque

Aprovecha el regreso para reflexionar: ¿qué cambios podrías introducir en tu rutina diaria para que tu trabajo te resulte más llevadero o estimulante?

Apostar por el bienestar laboral es apostar por una empresa mejor

En CITPS defendemos una prevención integral, que no solo se enfoque en lo físico, sino también en lo emocional. El síndrome postvacacional es una señal de que necesitamos entornos laborales más saludables, donde se valore el equilibrio, la conciliación y el bienestar psicosocial.

Por eso, uno de nuestros objetivos es que Aspy Prevención —y cualquier empresa del sector— integre la salud mental como parte esencial de su estrategia preventiva. Porque si cuidamos a las personas, cuidamos también el futuro del sector.