La movilidad es una parte esencial del trabajo en un servicio de prevención. Desde la medicina laboral hasta la higiene industrial, desde la prevención técnica hasta la vigilancia de la salud, un porcentaje muy alto de nuestra jornada transcurre en carretera, entre centros de trabajo, polígonos, empresas dispersas y visitas que cumplen con plazos y planificaciones estrictas.
Sin embargo, lo que en teoría debería ser una actividad organizada y protegida, en la práctica se ha convertido para muchos compañeros en una fuente constante de estrés, desgaste y riesgo, agravada por una planificación a menudo ajena a la realidad del día a día.
En CITPS creemos que hablar de movilidad y desplazamientos no es una cuestión logística. Es hablar de salud laboral, calidad de vida y justicia organizativa.
Un problema que afecta a todas las áreas
No se trata de un colectivo concreto.
Todos lo vivimos de una forma u otra:
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Técnicos que encadenan evaluaciones en distintos municipios con tiempos inviables entre visita y visita.
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Enfermeras y personal de vigilancia de la salud que recorren kilómetros para llegar a empresas sin margen para imprevistos.
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Compañeros que utilizan su propio vehículo, con costes que muchas veces superan ampliamente las compensaciones actuales.
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Agendas que se reajustan sin contemplar la realidad del tráfico, las distancias o las cargas asistenciales.
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Planificaciones centralizadas que no siempre escuchan al equipo que realmente pisa el terreno.
Esta situación afecta a nuestra seguridad, a nuestra conciliación y a nuestra motivación. Y, sobre todo, no es sostenible.
El impacto real en la salud y en la vida personal
Cada desplazamiento no previsto o mal organizado implica:
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Más horas en la carretera.
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Más cansancio acumulado.
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Más estrés por llegar a tiempo a la siguiente visita.
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Más riesgo de accidentes.
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Menos tiempo para comer, descansar o conciliar.
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Mayor desgaste del vehículo propio, muchas veces sin compensación adecuada.
No podemos normalizar jornadas que empiezan y acaban al volante, ni agendas que dejan al trabajador en permanente situación de alerta.
La prevención empieza por casa.
Y eso incluye la prevención de riesgos ligados a la movilidad laboral.
Lo que CITPS propone
Desde CITPS tenemos claro que la movilidad debe reorganizarse con una visión más humana, realista y profesional. Y para ello planteamos:
1. Planificación ajustada a la realidad
Los tiempos entre visitas deben ser razonables, calculados con criterios reales y no teóricos.
2. Escucha activa a las personas que se desplazan
Nadie conoce mejor un territorio que quien trabaja en él.
El diseño de las rutas debe partir de esa información de primera mano, no al revés.
3. Agendas más flexibles y coordinadas
Evitar saltos geográficos innecesarios, visitas consecutivas en puntos opuestos o reorganizaciones de última hora que generan más caos que eficiencia.
4. Medidas para reducir desplazamientos innecesarios
Promover teleconsultas, revisiones documentales o coordinación previa con empresas donde sea viable.
5. Compensaciones justas
Tanto en kilometraje como en dietas, tiempos de transporte y uso del vehículo propio.
La compensación debe reflejar el coste real, no el teórico.
6. Seguridad vial como prioridad
Que ninguna planificación empuje a un trabajador a conducir con prisa o sin descanso.
Por qué lo defendemos
Porque no se puede pedir excelencia si no se cuidan las condiciones más básicas.
Porque un trabajador agotado y estresado no puede ofrecer la misma calidad de servicio.
Porque la movilidad es parte del trabajo, y como tal debe gestionarse con responsabilidad y respeto.
En CITPS seguiremos trabajando para que este tema no quede invisibilizado, para que tenga el peso que merece en la negociación y para que, paso a paso, ASPY sea un lugar más humano, más seguro y más justo para todos.