En el ámbito de la prevención de riesgos laborales, todavía hoy se tiende a aplicar modelos generalistas que no siempre reflejan la realidad de las plantillas. Pero lo cierto es que la diversidad en el entorno laboral no es una variable secundaria, sino un elemento central para garantizar una prevención eficaz, justa y adaptada a las personas.
Desde CITPS, el primer sindicato formado exclusivamente por trabajadoras y trabajadores de ASPY Prevención, queremos reivindicar el papel clave que juegan las políticas de diversidad en la mejora de la salud y seguridad en el trabajo. No se trata solo de un imperativo ético o legal, sino también de una necesidad operativa: no hay prevención real si no se tiene en cuenta la diversidad de quienes trabajan.
¿Qué entendemos por diversidad?
La diversidad abarca muchas dimensiones: edad, género, origen, idioma, orientación sexual, capacidades funcionales, condiciones de salud, formación, tipo de contrato… Todos estos factores influyen en cómo una persona percibe, asume y se expone a los riesgos en su entorno laboral.
Por ejemplo:
- Las mujeres pueden estar más expuestas a riesgos psicosociales invisibilizados (como el acoso o la sobrecarga emocional).
- Las personas mayores pueden requerir medidas ergonómicas específicas o ritmos adaptados.
- Los trabajadores con discapacidad o con enfermedades crónicas necesitan planes individualizados.
- Quienes tienen dificultades con el idioma o una formación técnica limitada pueden requerir acciones formativas más accesibles y visuales.
¿Por qué es importante integrar la diversidad en PRL?
Porque los riesgos no impactan igual en todas las personas, y una evaluación que no contemple esta realidad puede dejar fuera a colectivos vulnerables, aumentando la posibilidad de accidentes, enfermedades profesionales y desigualdad.
Una prevención centrada en la diversidad:
- Reduce los riesgos específicos de cada grupo.
- Mejora el bienestar general y la percepción de seguridad.
- Aumenta la eficacia de las medidas preventivas, al adaptarlas a las características reales del personal.
- Refuerza el compromiso con la igualdad y la inclusión.
Además, cumplir con la legislación vigente —como la Ley de Prevención de Riesgos Laborales o la Ley de Igualdad— implica analizar el impacto diferencial de los riesgos sobre distintos colectivos, y tomar medidas específicas para corregirlo.
¿Qué exigimos desde CITPS?
Como sindicato centrado exclusivamente en la prevención y la salud laboral, defendemos una PRL con enfoque de diversidad, que implique:
- Evaluaciones de riesgos con perspectiva de género, edad y condición física.
- Planes de acogida y formación accesibles a todas las personas, sin importar su idioma o nivel educativo.
- Participación de los delegados y delegadas en la detección de desigualdades.
- Protocolos específicos frente a riesgos psicosociales, acoso y discriminación.
- Diseño de puestos y equipos adaptados a las capacidades reales del personal.
Porque la prevención no es universal si no es inclusiva.
Conclusión
La diversidad no es una excepción: es la norma en cualquier empresa del siglo XXI. Ignorarla en materia preventiva es ineficaz, injusto y, en muchos casos, ilegal.
Desde CITPS seguiremos luchando por una prevención más humana, adaptada y equitativa. Porque cuidar a todas las personas implica reconocer sus diferencias y protegerlas desde ahí.
Un entorno laboral más seguro empieza por una prevención que no deje a nadie atrás.